Textil en telar


La frase “la red de la vida” es una expresión elocuente del simbolismo del tejido, que no sólo se ocupa de las ideas de unión y aumento mediante la combinación de dos elementos, uno pasivo y otro activo. Según Plutarco, el tejido fue inventado por la diosa Isis con la ayuda de su hermana Neftis. De cualquier forma, las distintas civilizaciones por mas separadas geográfica y cronológicamente que estuvieran llegaron, todas, al mismo principio para producir su abrigo; es decir, en todas ellas encontramos el telar.


El telar es equivalente a la creación.

Aunque no se ha podido precisar donde se inventó, todo telar reúne el hilo tensado y fijo -la urdimbre pasiva-por donde cruzará otro hilo en movimiento -la trama activa-. La sofisticación o simplicidad de los textiles ha sido infinita gracias a la variedad de fibras disponibles como el algodón, el lino, la lana, así como las puntadas y formas de tejer, teñir y dar forma a las prendas que la creatividad inagotable de manos femeninas, que no sólo dan a luz críos, sino vestido y protección.


Lo que diferencia a un tipo de telar de otro son principalmente los mecanismos para levantar los hilos de la urdimbre y los “palos” que la sostienen fija y tensa. El textil tradicional de México se crea básicamente en tres tipos de telar: el de cintura -que viene desde la época precolombina-, el alto lizo y el bajo lizo.



Telar de cintura

Los hilos de urdimbre se mantienen tensos y horizontales al ser fijados en un extremo a un madero sujeto a un elemento fijo, y al otro con una cinta que se ajusta alrededor de las caderas de la tejedora. Además, se emplean otras varas que tienen distintas funciones: dos maderos largos, por lo común cilíndricos, que sirven de enjulios; una tabla plana que se emplea para apretar los hilos ya tejidos; y una varilla más chica que sirve de bobina.

Los hilos de trama se insertan por encima y por debajo ayudándose con los dedos y, más tarde, con el apoyo de la bobina se hace pasar la trama a través de los hilos de urdimbre que se han levantado. La limitante de este telar es el ancho del lienzo producido, ya que puede ir desde los 10 centímetros hasta un metro, para tejer un cinto, un rebozo o un huipil. 



Alto lizo

Este telar se caracteriza por mostrar la urdimbre de manera vertical lo que implica una manera diferente de tejer la trama, pues la urdimbre se separa o con los dedos o con cordones que sujetan una determinada cantidad de hilos. También se teje con nudos, como los tapetes de Temoaya que, aunque relativamente es una técnica nueva, suelen representar los diseños tradicionales otomíes. Para comprimir el tejido se utiliza un pizador o peine de madera manual, es decir, una pieza independiente

del telar.




Bajo lizo

Se trata de un telar de influencia occidental que tiene la cualidad de generar larguísimos lienzos. La urdimbre, presentada de manera horizontal, se monta embobinada en rodillos que tensan y, al desenrollarse, alargan el tejido hasta otro rodillo donde se enrolla el lienzo. La urdimbre se alterna por un método de pesas y pedales por el que pasa la lanzadera que contiene el hilo de la trama, para luego asentarse con el peine y darle estructura y firmeza al tejido. En estos telares se producen lienzos de tamaños considerables como manteles, tapetes, cubrecamas, entre otros.



La tradición textil de México tiene formas casi infinitas, pues no sólo se tejen lienzos con el cruce de dos hilos, sino que se ejecutan distintas puntadas, patrones, se combinan fibras y hasta se borda al mismo tiempo que se teje, dando como resultado una riqueza textil que de la misma manera que narra una historia, encierra un mito que da identidad a sus tejedoras y sus poblaciones.





- Victoria García Jolli

2018



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