Recordando los rostros de las artesanías en Campeche


Recordando los rostros de las artesanías en Campeche

Extracto del libro “Arte Popular en Campeche” Primera edición 2003.

MANUEL JESÚS MIS AGUILETA


La historia de la ciudad amurallada de Campeche esta ligada a los acontecimientos sucedidos en el tranquilo mar y sus playas. Los ataques piratas, los relatos de marinos, la ancestral construcción de barcos y las leyendas de sus pescadores no son menos importantes, forman parte de la memoria colectiva de la ciudad y del estado, la vida de trabajo de estos hombres en el mar inicia con su partida en busca del sustento económico.

Don Manuel Jesús Mis Aguileta señor apacible que a sus casi 90 años, recuerda como si fuera

ayer que de joven fue pescador y armador. Esta parte de su vida fue la que lo inspiró para dedicarse al reto de la construcción de barcos a escala. Así, dejó de ser pescador, pero siempre se ha relacionado con el mar y los barcos. Autodidacta, ha trabajado por años en su taller. Para la construcción de barcos de vela a escala, se le dificulta conseguir los materiales del velamen. Por fortuna no ha sucedido lo mismo con la madera, la que compra en cualquier parte de la ciudad.

 

Como la mayoría de los artesanos campechanos, generalmente utiliza madera de cedro, caoba y pino, además emplea barniz, pintura, entre otros materiales para elaborar sus reproducciones. Acorde con el tamaño y los minuciosos detalles del barco, es el tiempo de construcción, llegando a necesitar hasta seis meses para elaborar uno grande, si son a escala menor se lleva una semana aproximadamente.

 

En la variedad de reproducciones ha innovado realizando cuadros de barcos. Este proceso inicia con la investigación del modelo del barco a realizar, dibuja una de las caras del barco en una tira de madera, para posteriormente cortar el molde con una sierra; lija la pieza y coloca los detalles con tiras de madera. Cada una de las piezas es lijada por separado para después unir la estructura principal con pegamento blanco. Se pinta a mano y se lija nuevamente para recibir los últimos acabados. Finalmente inserta la reproducción para barnizar toda la pieza.

La dedicación que don Manuelito tiene en la elaboración de barcos completos, inicia con la selección de la madera, debiendo tener el grosor necesario. Al ir acomodando cada pieza el artesano recuerda, vehemente, la manera en que lo hacia en barcos de tamaño real, comentando lo importante que es su adaptación a la forma del barco, unas van rectas, otras las pone curvas, siendo ésta la parte más complicada del trabajo, porque en ocasiones la madera se quiebra. Posteriormente coloca los picaderos, después la quilla y todas las demás piezas hasta quedar totalmente armado el forro del barco por medio de hiladas de aproximadamente dos pulgadas. Luego se colocan los detalles como las velas, el timón y todos los accesorios que un barco de tamaño real tiene. Si la madera presenta algunas imperfecciones, usa masilla para resanarla. Después se lija y se coloca la capa de barniz, si se desea que el barco sea de color natural.

 

En sus propias palabras nos dice,…“No hago figuritas, sino escala de los barcos reales. Desde mi juventud tuve la inquietud de hacer barcos, esta actividad es mi vida. Me gusta mucho mi trabajo, me distrae de las tensiones diarias”.


Recuerda con la nostalgia reflejada en sus ojos. Esto nos demuestra que cuando el mar se mete en la sangre de un hombre nunca sale de él, En don Manuelito encontramos que lleva consigo, un amor tan profundo y duradero como el mar mismo.

 





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